Cuando la neblina de empezó a disiparse, apareció ante los ojos de Alex Aimes una perra de aspecto deplorable y su desaliñado dueño.No se podía negar que Will O’Keefe era un atractivo y Alex se sintió atraída por él. Pero ese únicamente iba a causarle problemas y, si se dejaba llevar por su corazón, perdería aquello por lo que tanto había luchado.