Sacada del vacío por un hechizo, la esencia del demonio se convierte en un familiar-mortal, e Ianthe cede a su preferencia por la forma femenina. Anhela vivir una vida humana, amar como un ser humano, y mientras ella ha evitado el reino oscuro y al señor que llamó Amo, no puede escapar de su naturaleza.

Íncubo y súcubo, Ianthe es capaz de cambiar entre las formas masculina y femenina, aunque ambos aspectos necesitan ser alimentados. Podría tener a cualquier hombre, pero es el detective de homicidios Miguel Torres al que quiere, el hombre que sin saberlo la convocó y se unió a ella. Su atracción es intensa, inmediata, y Miguel piensa que nunca querrá a otra, hasta que conoce a Ian, el misterioso gemelo de Ianthe.

Intentando resistir las necesidades e impulsos negados desde su infancia, Miguel se sepulta en el exuberante cuerpo de Ianthe mientras combate su atracción por Ian. Entonces se ahoga en la vergüenza cuando sucumbe a ella, sólo para que el asesinato de un adolescente gay le obligue a volver al pasado… antes de que pierda su futuro.

A pesar de que no tiene la intención de encadenarse a sí mismo con una mujer, Tielo ha ideado una invitación a jugar al póker para atraer a potenciales compañeras humanas al Drake’s Lair para los dragones de su mismo tipo. El copropietario del club, Pierce, también ha puesto un plan en marcha, para ver a su compañero apareado. Cuando sus dos planes chocan en la forma de Lyra, el humo y las llamas son el resultado, literalmente.
Para Lyra, la invitación a una velada de póker de altas apuestas es la respuesta a una oración y la oportunidad de ayudar a su necesitada familia. Pero su confianza vacila al entrar en Drake’s Lair, donde los miembros masculinos toman un rol como dragones y muestran su sexualidad descaradamente.
Ninguno es tan peligrosa distracción como Tielo. El oro y plata del “dragón” podría ser su perdición, y no sólo en la mesa del póker. Porque a pesar de sus tentativas de negarlo, la abrumadora necesidad y el deseo explotan en Tielo al instante en que conoce a Lyra. La tendrá bajo él antes de que acabe la noche, su esencia dentro de ella, su reclamación indiscutible.
Para los dragones, el apareamiento no es ningún juego… y Tielo juega para mantenerla para siempre.

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No hay nada más preciado que una compañera, ningún tesoro más valioso o buscado después de la pareja perfecta. Con una mirada a la foto de Summer, Jubal reconoce no sólo su intención, sino una sumisa cuyo cuerpo clama por su disciplina. No hay duda sobre la reclamación de ella, y cuando la ve entrar en un exclusivo club de BDSM, él cree que es el destino. Summer no puede pasar el vestíbulo sin un amo… y ese amo será él.
Con el sonido de la voz de Jubal, sabe que es él, el hombre que ha estado buscando, el amo que puede exigir su lealtad. En cualquier otro momento le hubiera encantado entregar su confianza y corazón, así como su cuerpo, pero esta noche es una tarea urgente y no la búsqueda del placer lo que la ha llevado al club.
Ella ha sido advertida sobre los dragones. Y aun creyendo que Jubal podría ser sólo un ser tan sobrenatural no disminuye el éxtasis que experimenta en sus manos. Su disciplina carnal y tormento embriagador la satisfacen, incluso a medida que la obligan a elegir entre arriesgar todo esto o no.